El Tanuki: donde la realidad se encuentra con el mito en Japón

5

El tanuki, una criatura a la vez real y llena de folklore, encarna una paradoja cultural única. Comúnmente conocido como el perro mapache japonés, este animal se ha entretejido en siglos de mitos japoneses y representa tanto la prosperidad como el engaño lúdico. Pero ¿cómo puede una criatura ser a la vez un animal tangible y una figura sobrenatural?

El animal: un canino, no un mapache

A pesar de su nombre, el tanuki (Nyctereutes procyonoides ) no es un mapache. Pertenece a la familia Canidae, junto con perros, zorros y lobos. Originarios del este de Asia, incluido Japón, los tanuki son cánidos pequeños y fornidos con garras curvas, pelaje tupido y reputación de esquivos. Son omnívoros nocturnos y buscan bayas, insectos y animales pequeños en zonas boscosas y tierras de cultivo.

Una camada típica consta de cuatro a seis cachorros. Si bien son curiosos en cautiverio, los tanuki rara vez se mantienen como mascotas, prefiriendo la naturaleza. Su comportamiento es más parecido al de los zorros que al de los mapaches, utilizando guaridas e incluso trepando a los árboles cuando se sienten amenazados.

El mito: cambiaformas y embaucadores

El folclore japonés describe a los tanuki como criaturas místicas con habilidades sobrenaturales. Son cambiaformas, capaces de transformarse en humanos y estirar sus cuerpos hasta alcanzar proporciones cómicas. A diferencia de los zorros (kitsune ), a menudo retratados como sabios o misteriosos, los tanuki son principalmente embaucadores y gastan bromas a monjes, granjeros y viajeros.

Uno de sus rasgos más emblemáticos es el “tambor de vientre”, la creencia de que los tanuki golpeaban sus redondos vientres como si fueran tambores para crear música o asustar a los humanos por la noche. Esto proviene de las tradiciones budistas, donde los tanuki son vistos como protectores y bromistas.

Las estatuas de piedra: una fusión de mito y marketing

Las estatuas de piedra tanuki son omnipresentes en todo Japón y se encuentran comúnmente afuera de restaurantes y tiendas. Estos no son meramente decorativos; se cree que traen buena suerte, riqueza y prosperidad. Estas estatuas, típicamente representadas con un sombrero de paja, una botella de sake y una barriga exagerada, son una fusión de mito y marketing.

El espíritu despreocupado del tanuki da la bienvenida a los invitados y evita problemas. La estatua en sí representa un símbolo cultural profundamente arraigado en la psique japonesa. La asociación con el comercio demuestra cómo el mito se integra perfectamente en la vida cotidiana.

El significado cultural

La doble existencia del tanuki, como animal real y figura mítica, resalta un aspecto único de la cultura japonesa. A diferencia del folclore occidental, donde las criaturas míticas suelen estar completamente separadas de la realidad, el tanuki mantiene una presencia tangible.

Esta dualidad no es contradictoria; más bien, refuerza el significado cultural de la criatura. El tanuki es un recordatorio de que mito y realidad pueden coexistir, enriqueciendo la identidad cultural.

La naturaleza juguetona y embaucadora del tanuki no se considera maliciosa; en cambio, se celebra como un símbolo de alegría y prosperidad. Esta aceptación cultural asegura la presencia continua del tanuki tanto en el mundo natural como en el imaginario colectivo.

El tanuki es más que un simple animal; es un símbolo cultural que encarna el espíritu lúdico de Japón