Muchos jardineros extienden su temporada de crecimiento manteniendo plantas en macetas, desde arbustos en flor hasta hierbas e incluso plantas de interior, para disfrutar de los espacios al aire libre por más tiempo. Pero a medida que bajan las temperaturas, estas plantas en macetas enfrentan desafíos únicos que las variedades plantadas en el suelo no enfrentan. La clave para su supervivencia radica en comprender por qué los contenedores los hacen más vulnerables y cómo trasladarlos adecuadamente al interior.
Por qué las plantas en macetas necesitan protección durante el invierno
Las plantas en macetas tienen sistemas de raíces restringidos en comparación con las del suelo, lo que las hace más susceptibles a la congelación. Las raíces pueden volverse enraizadas, rodeando el interior de la maceta y aumentando su vulnerabilidad. El volumen limitado del suelo también proporciona menos aislamiento contra las bajas temperaturas, exponiendo las raíces por todos lados.
Una cuestión crucial es el drenaje: la nieve y el hielo pueden bloquear los orificios de drenaje, lo que provoca que el suelo se encharque y se pudran las raíces. Incluso cuando la luz del sol calienta la superficie, la parte inferior de la maceta puede permanecer congelada o alternar entre congelación y descongelación, provocando heladas (donde el suelo se congela y se expande, levantando la planta del suelo).
Las plantas plantadas en el suelo tienen raíces más protegidas y la exposición se limita a las partes aéreas. Los contenedores no ofrecen tal ventaja.
6 tipos de plantas que necesitan refugio interior
No todas las plantas requieren pasar el invierno en el interior, pero para aquellas que no sobreviven a las bajas temperaturas o necesitan condiciones controladas, es esencial llevarlas al interior. Aquí hay seis categorías:
- Tropicales: Las palmeras, las monsteras, los higos, los cítricos y las aves del paraíso prosperan en climas cálidos y sufrirán las heladas.
- Subtropicales: La cordyline, el jazmín, las buganvillas y las poinsettias necesitan temperaturas más cálidas que las que ofrecen muchas regiones durante el invierno.
- Hierbas tiernas: El romero y el laurel son sensibles a las heladas en las zonas más frías.
- Plantas perennes en flor: Los hibiscos, geranios, begonias y fucsias pueden pasar el invierno en interiores para prolongar su vida útil más allá de una sola temporada.
- Plantas de follaje: Las plantas de serpientes, potos, filodendros y lirios de la paz se adaptan bien a los ambientes interiores.
- Suculentas: Los aloes, los cactus, las plantas de jade y las suculentas colgantes como la cola de burro necesitan condiciones secas y sufrirán la humedad excesiva del invierno.
La forma correcta de hacer la transición al interior
Las plantas experimentan estrés cuando su entorno cambia repentinamente. La aclimatación gradual es fundamental. Durante una semana o dos, ajústelos lentamente a las condiciones interiores.
Primero, pode las hojas y flores muertas y elimine los escombros de la superficie del suelo. Limpiar a fondo la planta y la maceta con jabón insecticida o lavavajillas diluido para eliminar plagas y suciedad; enjuagar y secar.
Luego, traslade las macetas a un lugar protegido al aire libre (debajo de un alero o en un porche cubierto) para reducir la exposición directa al sol. Después de varios días, llévelos al interior durante la noche, aumentando gradualmente el tiempo en el interior y al mismo tiempo permitiendo una exposición al aire libre durante uno o dos días más antes de que la transición sea permanente.
Si sigue estos pasos, podrá asegurarse de que sus plantas en macetas sobrevivan el invierno y vuelvan a prosperar cuando regrese el clima más cálido. La clave es comprender sus vulnerabilidades y proporcionar una transición fluida a un entorno interior controlado.





























