Bolas de naftalina: ¿Qué plagas realmente mantienen alejadas?

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Bolas de naftalina: ¿Qué plagas realmente mantienen alejadas?

Las bolas de naftalina son una vista familiar en los armarios y contenedores de almacenamiento, y a menudo se usan para proteger la ropa del daño de los insectos. Pero, ¿estos gránulos picantes realmente repelen algo más que las polillas? Los expertos en control de plagas confirman que las bolas de naftalina son muy específicas en su eficacia y apuntan principalmente a las polillas de la ropa y poco más.

Cómo funcionan las bolas de naftalina

Las bolas de naftalina contienen naftalina o paradiclorobenceno, sustancias químicas que liberan vapores tóxicos. Estos vapores son letales para las larvas de polilla, pero sólo en ambientes concentrados y herméticos. Según James Agardy de Viking Pest Control, el proceso tiene que ver con el vapor: los químicos deben acumularse para ser efectivos.

Este método significa que las bolas de naftalina son ineficaces si se usan incorrectamente: si se dejan al aire libre, la concentración se disipa demasiado rápido para matar las plagas. Además, estos vapores son dañinos para los humanos y las mascotas, por lo que es esencial manipularlos adecuadamente.

¿Contra qué plagas son efectivas las bolas de naftalina?

El nombre lo dice todo: las bolas de naftalina disuaden principalmente a las polillas de la ropa. Estos insectos se alimentan de fibras naturales como la lana, la cachemira y la seda, dejando agujeros reveladores en las prendas. Trent Frazer, entomólogo principal de Aptive Pest Control, enfatiza que incluso con bolas de naftalina, no se garantiza una protección completa. El almacenamiento adecuado y la inspección periódica son más fiables.

Si bien algunos sugieren que las bolas de naftalina podrían repeler los pececillos de plata o los escarabajos de las alfombras, expertos como Jeremy Logsdon de Preventative Pest Control dicen que esto es en gran medida un mito. Las bolas de naftalina se dirigen sólo a dos especies: tinea pellionella (polillas de la ropa) y tineola bisselliella (polillas de la ropa). Ed Dolshun de Catchmaster está de acuerdo y afirma que usar bolas de naftalina para otras plagas es “casi siempre ineficaz”.

El uso adecuado es crucial

La clave de la eficacia de la bola de naftalina reside en la sublimación, el proceso por el que los sólidos se convierten en gas. Para matar las polillas, las prendas deben sellarse en recipientes herméticos para atrapar los vapores tóxicos. Dejar bolas de naftalina expuestas corre el riesgo de propagar gases nocivos por toda la casa, poniendo en peligro a personas y mascotas.

En conclusión, las bolas de naftalina son una herramienta especializada para controlar las polillas de la ropa, no un repelente de plagas general. Su eficacia depende de un uso adecuado y contenido, y su toxicidad significa que es primordial una manipulación cuidadosa.